Inmigrantes, ¿conocen sus derechos?
11 de December de 2024, às 22:25
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Por Chiara Borges - Estudiante en prácticas de Derecho
Son muchos los factores que llevan a las personas a abandonar sus países en busca de un nuevo lugar para vivir, como la búsqueda de una mejor calidad de vida, los sistemas políticos, las guerras, los desastres naturales, la posibilidad de desarrollo económico, entre otros. Brasil, como país conocido por su receptividad, constante desarrollo y diversidad cultural, se ha convertido en uno de los destinos más buscados por quienes desean dejar su patria y fijar residencia en otro país, aunque sea temporalmente.
Como consecuencia del principio constitucional que protege la dignidad de la persona humana, la Ley nº 13.445, conocida como Ley de Migraciones, que establece los derechos y deberes de los migrantes y visitantes, regula su ingreso y permanencia en el país y establece principios y directrices de las políticas públicas para los migrantes (Art. 1º).
En los términos de esta ley, inmigrante es toda persona nacional de otro país o apátrida que trabaja o reside y se establece temporal o permanentemente en Brasil, garantizándosele la igualdad de condiciones con los nacionales, la inviolabilidad del derecho a la vida, a la libertad, a la igualdad, a la seguridad y a la propiedad, así como los derechos y libertades civiles, sociales, culturales y económicos.
Y más, la promoción de la entrada regular y la regularización documental, la acogida humanitaria, el desarrollo económico, turístico, social, cultural, deportivo, científico y tecnológico en Brasil, el acceso igualitario y gratuito de los migrantes a servicios, programas y prestaciones sociales, bienes públicos, educación, asistencia jurídica pública integral, trabajo, vivienda, banca y seguridad social, la garantía del cumplimiento de las obligaciones laborales legales y contractuales y la aplicación de las normas de protección al trabajador, sin discriminación por razón de nacionalidad y condición migratoria.
Para que la migración se regularice es necesario obtener un visado, documento que otorga a su titular la expectativa de entrar en territorio nacional. Estos visados pueden clasificarse en visados de visita, temporales, diplomáticos, oficiales y de cortesía, que se concederán a quienes cumplan los requisitos exigidos para el tipo de visado solicitado. También podrá concederse un permiso de residencia, con sujeción a los criterios establecidos en la ley.
En caso de entrada y permanencia irregular en territorio brasileño, la ley garantiza que la regularización migratoria será la regla, sin que el migrante tenga que salir del país para regularizar su situación, concediendo a la persona que se encuentre en situación migratoria irregular un plazo no inferior a 60 (sesenta) días, prorrogable por igual período, sujeto a su compromiso de mantener actualizados los datos de su domicilio, garantizándosele, además, todos los derechos y garantías previstos en la ley, independientemente de su situación migratoria.
Son muchos los factores que llevan a las personas a abandonar sus países en busca de un nuevo lugar para vivir, como la búsqueda de una mejor calidad de vida, los sistemas políticos, las guerras, los desastres naturales, la posibilidad de desarrollo económico, entre otros. Brasil, como país conocido por su receptividad, constante desarrollo y diversidad cultural, se ha convertido en uno de los destinos más buscados por quienes desean dejar su patria y fijar residencia en otro país, aunque sea temporalmente.
Como consecuencia del principio constitucional que protege la dignidad de la persona humana, la Ley nº 13.445, conocida como Ley de Migraciones, que establece los derechos y deberes de los migrantes y visitantes, regula su ingreso y permanencia en el país y establece principios y directrices de las políticas públicas para los migrantes (Art. 1º).
En los términos de esta ley, inmigrante es toda persona nacional de otro país o apátrida que trabaja o reside y se establece temporal o permanentemente en Brasil, garantizándosele la igualdad de condiciones con los nacionales, la inviolabilidad del derecho a la vida, a la libertad, a la igualdad, a la seguridad y a la propiedad, así como los derechos y libertades civiles, sociales, culturales y económicos.
Y más, la promoción de la entrada regular y la regularización documental, la acogida humanitaria, el desarrollo económico, turístico, social, cultural, deportivo, científico y tecnológico en Brasil, el acceso igualitario y gratuito de los migrantes a servicios, programas y prestaciones sociales, bienes públicos, educación, asistencia jurídica pública integral, trabajo, vivienda, banca y seguridad social, la garantía del cumplimiento de las obligaciones laborales legales y contractuales y la aplicación de las normas de protección al trabajador, sin discriminación por razón de nacionalidad y condición migratoria.
Para que la migración se regularice es necesario obtener un visado, documento que otorga a su titular la expectativa de entrar en territorio nacional. Estos visados pueden clasificarse en visados de visita, temporales, diplomáticos, oficiales y de cortesía, que se concederán a quienes cumplan los requisitos exigidos para el tipo de visado solicitado. También podrá concederse un permiso de residencia, con sujeción a los criterios establecidos en la ley.
En caso de entrada y permanencia irregular en territorio brasileño, la ley garantiza que la regularización migratoria será la regla, sin que el migrante tenga que salir del país para regularizar su situación, concediendo a la persona que se encuentre en situación migratoria irregular un plazo no inferior a 60 (sesenta) días, prorrogable por igual período, sujeto a su compromiso de mantener actualizados los datos de su domicilio, garantizándosele, además, todos los derechos y garantías previstos en la ley, independientemente de su situación migratoria.
