La amante no puede ser beneficiaria del seguro de vida del amante.

Un asegurador decidió suscribir un seguro de vida cuyo primer beneficiario era su amante. Sin embargo, estaba casado cuando falleció y no existía separación de hecho. Por lo tanto, debido a la prevalencia de los ideales monógamos adoptados en el país, que hacen hincapié en la fidelidad como un deber de los cónyuges, la amante no puede ser beneficiaria, ni siquiera a efectos de la seguridad social.



Así que, en este caso, la amante no podía recibir el seguro de vida, pero el hijo sí, porque figuraba como segundo beneficiario. Por lo tanto, no importa si el hijo es de la esposa o de la amante, tiene derecho al seguro. Tiene derecho a recibir el seguro, ya que no existe ninguna prohibición legal.



Esté atento y consulte a abogados especializados antes de contratar un seguro o planificar una sucesión.